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EP - Siento - 2023

by Maleso

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1.
Siento 02:28
Siento que la vida me desnuda, cada vez me importa menos el desdén o la censura de la gente que no quiero. Si hago cosas que te gustan, te aseguro que me alegro y si no, también perfecto. Duele cada herida por mi culpa. Ni soy malo ni soy bueno, soy un torpe que circula contramano en este pueblo, esquivando la locura, agarrándome a los cuerdos. Es verdad, no siempre acierto. Miro a mis pocas posesiones y me importan más dos fotos que la marca de mi coche. Y me importa más quererte, vida mía, que tenerte. Busco tu mirada con la mía. Si la encuentro, lo celebro y te mando mi sonrisa, que es de lo mejor que puedo regalarte en esta vida. Esta vida en la que espero ser tu amante compañero. Miro a las nubes del futuro, soplo fuerte y se despejan y lo poco se hace mucho. Qué la predicción del tiempo yo la escribo como quiero. Sueño que la vida es como cuento, que no he escrito estas palabras sólo por rimar un verso y, a pesar de las borrascas, en mi puesto me mantengo como el yo que imaginaba, como el yo que ahora siento
2.
Si miento. Ya no agarra mi simiente si miento. Porque mi conocimiento es cimiento de la mente aún naciente de aquellos confiados a mi ciencia docente. Sintiendo Tiendo puentes destinados a ellos. Si los cruza su cerebro, celebro qué mi pena mereció el esfuerzo, que mi esfuerzo ha desplegado su vuelo. Me debo. Como saben que yo a ellos me debo, me devoran como lobos a un ciervo, como a un siervo al que su rey da tormento y comenta entre lamento y lamento: “que se seque mi simiente si miento”. Si miento Menos mal que aún estoy cuerdo y recuerdo que no arrojo margaritas a cerdos sino a niños, porque hay días que pierdo la paciencia y de Herodes me acuerdo riño a más de un inocente y lo siento. Sorprendo. Prendo llamas que no llegan a fuego aunque otras si se vuelven incendios y ni Dios detiene ciertos progresos cuando estos veintimuchos posesos bien se ensañan con lo que les enseño, bien me dicen: “Muchas gracias, maestro”. Maestro.
3.
Hoy no bajo a tu garaje, han puesto una valla de obra y no me dejan que aparque porque hay una excavadora, amarilla como un pollo, que picotea el asfalto a la busca de un tesoro que debe haber ahí abajo. El portero de tu bloque es de estos muy modernos con su cámara enfocada para que veas que vengo a buscarte hecho un pimpollo y no pueda sorprenderte con mi camisa de topos o con mi nuevo pendiente. Al vecino de tu finca que me cruzo en la escalera no le gusta que a su chica la visite uno de fuera y me clava su mirada pero, qué si por él fuera, me clavaría una espada entremedio de las cejas. A tu puerta tan blindada no puedo ponerle peros, te proteje de las balas y de aviesos misioneros pero ábreme si llamo, que en tu frío descansillo mi pasión baja diez grados y se aplasta mi flequillo. Y tu perro me recibe con sus patas en mis hombros, cariñoso pero embiste con la dulzura de un toro. Aun no soldaron mis huesos tras la última cogida y es que el peso del sabueso normalmente me derriba. Oigo a tu hijo practicando sus lecciones de trompeta, el chaval va progresando y ya toca con mas fuerza. Nos sentamos a tomarnos un café en la salita y el ensaya sus glissandos. Qué prodigio de energía. Cuando al fin ya me sugieres que me suba a tu cama, resulta que es que quieres que te arregle una persiana. Y le doy con el martillo, aplastándome el meñique, y por fin se oyen gemidos a través de tus tabiques. Ya me marcho para urgencias con el martillo en la mano, el ascensor se descuelga a la altura del octavo, se desploma como un plomo, ahora sí voy al garaje, y aunque es un trayecto corto, se avecina un buen viaje. El forense que ha venido a levantar mi cadáver, a la vista del martillo, dice que fui yo el causante Me ve suicida y culpable, vencido por el despecho. Lo que se venció fue el cable que me sujetaba al techo.

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En el momento de redactar estas líneas, me encuentro en el cielo.

Concretamente, en el cielo de Francia, dentro de un avión comercial a altura de crucero cubriendo la ruta Baden-Baden Sevilla. La música, técnicamente celestial por tanto, que suena en mis auriculares es la del nuevo disco de Maleso, un EP llamado Siento compuesto por, tres eran tres, las últimas hijas de don Malés.

La trina criatura ha llamado a mi puerta y se ha plantado en mi recibidor con unos modales tan corteses, una presencia y unas credenciales tan limpias, que enseguida la he hecho pasar y sentarse en mis moradas interiores para así conocernos mejor.

La primera de las hermanas, que da título al EP, es Siento, y parece la mayor. Es seria y dulce, y cuenta, ya bien metida en sazón, sus progresos vitales y certezas de madurez cantando sobre el bajo una bonita melodía ascendente que habría gustado seguramente a Cecilia. Su vestido es sencillo y natural, y se adorna del lirismo de un collar de cuerda frotada en torno al cuerpo. Tiene un cabello precioso, se ve que conoce bien lo que vale un peine.

La segunda trilliza es El maestro de primaria, un encanto de persona, social, compasiva, valedora de la educación y preocupada por la amarga brega diaria de sus paladines. Enemiga de la ignorancia, le encanta jugar con el lenguaje (sale a su padre), y se expresa por medio de constantes parónimos, piruetas y calambures. Y nada anodina vistiendo: se colorea de electricidad con una guitarrita a lo Buddy Holly, lleva alegres bongos de hippy y luce un cierto espíritu neoyorquino de Paul Simon juguetón.

La tercera muchacha y seguramente la menor y más risueña de las tres es el bolero Valla de obra, curiosísimo nombre que inmediatamente suscita el voyeurismo del jubilado que vive en mí, y me lleva a apoyarme de brazos en ella para mirar lo que se cuece en este tajo. Y ello son las muy malesianas aventuras de seductor rimadas con ese humor que es parte del genoma de esta familia, y ahí es el sonreir y el imaginar, y el acordarse de Woody Allen, y de las historietas del tebeo, y el intentar, siguiendo el travelling, anticiparse y sorprender a la rima en cada esquina del relato.

Esta es su breve semblanza. Entre confesiones, relatos, sonrisas y reflexiones bellamente coreadas, y música adaptada a la acústica suave de mi gabinete, hemos echado los cuatro un cafelito de lo más agradable. Me despido de las trillizas encomendándoles saluden cordialmente a su señor padre.

Cierro la puerta y pienso: hay que verse más. Es necesario parir a Acuario. Trabajos honestos como este ayudan, y sí, grano sí hace granero.

En el momento de repasar estas líneas, me sigo encontrando en el cielo, aunque el piloto acaba de anunciar que vamos a aterrizar en Sevilla. Ojalá me dé tiempo de acercarme a Triana a saludar a Maleso.

Pedro Cruz, 17 de febrero de 2023

credits

released February 25, 2023

Letra y música: Maleso
Producido por Maleso
Grabado en estudio Padre Marúriz
Portada: Isabel Hacha @isabelhds

Percusión en 1 y 3 : Marcos Gamero

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Maleso Sevilla, Spain

Cantautor pop

Maleso is a pop songwriter

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